domingo, 14 de diciembre de 2008

La libertad de trazar tu propio rumbo

Libertad, ¿que es eso?.

Cada cual tendrá su propio ideal de libertad. El mío lo daré
con un claro ejemplo.

Suena el despertador, son las 8.00 de la mañana. El Sol
comienza a asomar entre las montañas. En casa apenas oyes
el caer del agua del grifo. La abuela ya esta en movimiento.
te levantas, bajas al comedor, desayunas. Tu abuelo te da los
buenos días. Un baso de leche. Ya esta todo listo, es el momento.

Subes a tu cuarto, camiseta fuera, pantalones fuera. Primero la rodilla
izquierda, luego la derecha. El desgastado vaquero esta fresquito.
Te sientes apretado, pero es lo que tienen las armaduras, siempre
te hacen mas grande de lo que realmente eres...

Luego van los brazos, izquierdo y derecho. Camiseta interior para
que absorba el sudor. Luego la sudadera con capucha. No ha amanecido
pero ya hay 20 grados en la calle. Bajas al trastero, con la mochila y el casco.
Oye rugir a la bestia desde la cocina. Cuando estas por salir de casa, llega mama.

-¿Mismo sitio de siempre?-

-Si mama, ya sabes 3 horas, si tardo mas, envía a alguien a buscarme. Llevo el móvil.

-Suerte y no corras.

-Si mama....

Sales a la calle. Todo es calma, la gente aun duerme, y tu te preguntas que cojones
haces despierto si te acostaste a las 4. Te colocas la mochila, ajustas las correas.
El casco pesa, pero es necesario. Las gafas de sol aun están de mas, pero mejor
ponerlas ahora. El casco es asfixiante, pero pro ahora no necesito mucho aire.


Tras unas vueltas de calentamiento, comienza la ascensión. El Sol me baña por completo,
llegamos a los 30 grados, mi interior es fuego puro, entre las armaduras y las capas de ropa
el agotamiento se acelera. Pero el esfuerzo vale la pena. Llegas al punto de salida.
Aparcas la bici, te quitas el casco y la sudadera. Te sientas en tu habitual roca a la sombra del
mismo pino. Sientes el aire limpio, el cantar de los pájaros. No quieres pensar en nada que
no te guste. Todo es paz y tranquilidad. Llega el momento. Con el casco nuevamente en su
sitio y la sudadera encima. Te preparas en la salida del circuito.

Ante ti, solo hay rocas, piedrecillas, tierra, arbustos.
A partir de aquí solo avanzaras lo que tu quieras avanzar. Tu trazas el camino y ese camino
llegara hasta donde tu quieras que llegue. Cronometro a 0.00

3....

2...

1...


Ya solo sientes el viento correr veloz, todo pasa ante ti. La concentración es tal,
que no tienes tiempo de pensar en otra cosa, que no sea el no caerte.

Izquierda, derecha, recto, frenada, aceleron. Todo lo marcas tu, nadie te dice que tienes que hacer. Eres libre de hacer lo que quieras, pero tienes que recordar que tus elecciones
solo pueden ser sobre el camino que se abre ante ti.


Todo va muy rápido. No veo una piedra. El golpe es atroz. Oigo como la bici da vueltas
por el suelo, mientras mi cuerpo da tumbos por las rocas. Cuando despierto, aunque
dolorido, me levanto. La sangre que recorre mi brazo me hace sentir ahora el golpe.
La rodilla izquierda sigue entera, pero no la armadura. Me quito el casco, y mientras
saco el botiquín, sonrío ampliamente.

-No pensaba que esa piedra fuera tan grande. Bueno la próxima vez no volveré a caer en ella.
Mañana más.

Al volver hacia casa, me cruzo con un par de mujeres que están charlando en la plaza del pueblo.
Al verme con todo el equipo, se me quedan mirando como un bicho raro.

-¿Que hace ese chico con un casco de moto y esa indumentaria?- se preguntan entre ellas.

Paso a su lado sin siquiera mirarlas, no las conozco de nada, y aunque las conociera,
¿que me iba a importar su opinión acerca de algo que me gusta a mí?

3 comentarios:

  1. Yo lo huviera llamado "Toni y sus intentos de suicidio" :3

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  2. En una ocasion casi me mato. Pero mi power casco me salvo la vida (L).
    jajaja hecho demenos hacer eso con la bici T_T

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